24 diciembre 2013

Soledad

Se alegró cuando supo que nadie se había dado cuenta de su muerte; en realidad, nada había cambiado.

1 comentario:

  1. Durísimo. Un sabor amargo me ha dejado este micro, Jesus.

    Abrazos monstruosos.

    ResponderEliminar

Este blog forma parte de la ABLACC (Asociación de Blogs Literarios que Aceptan Crítica Constructiva). Así que despáchate a gusto, pero explícame tus razones.

Comparte